
Casi se cae de espaldas al reconocer mi letra. Le rogaba que rehiciera su
vida, que no debe quedarse solo, que yo hubiera hecho eso mismo…
Lo que yo no podía imaginar es que los antiguos egipcios tenían razón y mi ka
andaría algún tiempo vagando por aquí. Y tampoco sabía que mi amiga Gloria es
una lagarta de cuidado. Y ahora, desde que convencí a Ernesto con la maldita
carta, he de verlo a diario andar tras ella como un tortolito, mientras Gloria
luce las joyas que una vez fueron mías y yo me muerdo las uñas de este jodido ka
esperando el juicio de Osiris, en algún lugar entre la vida y la muerte.
©Fernando Hidalgo Cutillas - 2012
6 comentarios:
¡Muy bueno, Fernando! Es que uno se debe cuidar hasta después de la muerte. ¡Qué cosas!
Me ha parecido muy interesante, no solo ver desde el más allá lo que ocurre aquí sino tener que estar esperando el juicio de una religión distinta.
Saludos
Jesús
Para que te fíes de las amiguitas, aunque su apariencia sea una gloria, ni de los desolados ex,que hacen lo que les da la gana y la tele los junta, ja, ja.
Muy bueno, Fernando.
Que no tema. El juicio de Osiris será favorable. Seguro que le permite salir de la tumba.
Me ha gustado esta mezcla de tiempos y culturas.
...ver desde el más allá lo que ocurre aquí sino tener que estar esperando el juicio de una religión distinta.
Gracias a todos por los comentarios. Ése es el punto clave, Jesús.
Saludos
Me ha encantado este relato y con ese toque irónico a la hora de narrarlo.
Saludos
Publicar un comentario